Alumnos terciarios y universitarios en alerta ante restricciones en el Boleto Educativo Gratuito
El BEG versión 2017 está dando soluciones aunque también algunos problemas.
El Boleto Educativo Gratuito (BEG) es una iniciativa del gobierno de la provincia de Córdoba que permite el ahorro de pasajes que los estudiantes cordobeses utilizan para poder trasladarse a diferentes establecimientos educativos y así cursar su educación secundaria, terciaria y universitaria.
El programa, que actualmente está bajo la órbita de la Secretaría de Transporte provincial, bajo los mandatos de Gabriel Bermúdez desde la asunción de Juan Schiaretti en 2016, se ha ido ajustando desde su sanción. Si se quiere se ha ido adaptando y transformando de acuerdo al propio dinamismo que presenta un programa que abarca a cientos de miles de beneficiarios.
Justamente esta semana el propio Bermúdez informó que se habían dado de baja a 3.700 beneficiarios del BEG debido al mal uso del beneficio y que luego de la denuncia de las empresas prestadoras del servicio que observaron fundamentalmente que los estudiantes usaban la tarjeta para trasladarse a lugares que no eran precisamente la escuela o la universidad.
En San Francisco, particularmente para los alumnos de los pueblos de la región que vienen a ocupar las vacantes de la importante oferta educativa de la ciudad, el BEG versión 2017 les está dando soluciones aunque también algunos problemas.
Qué dicen los estudiantes
Maximiliano Perea, presidente del centro de estudiantes del Centro Universitario San Francisco (Cusf), y Malena Acevedo y Julia Ríos, secretaria general y secretaria de asuntos estudiantiles del centro de estudiantes del nivel superior del colegio San Martín, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, explicaron cuál es la realidad que amenaza la continuidad de muchos de sus compañeros en el sistema educativo terciario y universitario de la ciudad y que en un poco más de un mes de clases ha elevado el nivel de ausentismo de las instituciones que se nutren en gran medida de chicos de la región, cuya gran parte utiliza el BEG.
"Lo que está pasando a diferencia del año pasado es que los chicos se encontraron con distintas problemáticas. Lo primero fue la cantidad de boletos que les daban para viajar, y eso encendió una alarma. Por otro lado, se comenzaron a poner horarios, como una forma de restricción. También hubo inconvenientes con las empresas que unen Córdoba con San Francisco", explicó Perea desde el centro de estudiantes del Cusf.
Acevedo y Ríos profundizaron la problemática desde el centro de estudiantes del nivel superior del San Martín: "Lo que pasó con el BEG básicamente es un recorte que está perjudicando un derecho adquirido. El principal problema es que a la hora de solicitar el boleto solo se contempla el horario de cursado; podés usar los boletos dos horas antes para ir a clases y dos horas después de finalizar de cursar. El terciario nuestro en ese contexto atraviesa un gran problema que es el tema de las prácticas docentes y las pasantías laborales en el caso de las tecnicaturas porque el pasaje no contempla eso, entonces el alumno debe pagarse el boleto de ida temprano a la mañana porque las prácticas no están dentro del horario de cursado y quedarse todo el día y recién a la noche utilizar el pasaje de vuelta que corresponde al BEG, lo cual implicaría dos veces a la semana pagar el pasaje para cumplir con una obligación que se tiene como estudiantes", señaló Ríos.
Acevedo continuó enumerando las problemáticas, haciendo hincapié en la imposibilidad de que el BEG lo puedan prestar en simultaneo varias empresas para con un beneficiario: "Está el problema de la división de las empresas Mar Chiquita y Plus Ultra, y es un problema porque solo podés hacer contrato con una sola empresa, entonces por el tema de los horarios los chicos sí o sí tienen que hacer el BEG y un abono porque con el colectivo que se vienen no se pueden ir. Si usás el boleto con una empresa no podés hacerlo con otra, como esas dos empresas hacen el mismo recorrido para los chicos que van hasta El Tío, los alumnos se ven obligados a elegir".
"Con el caso de Transporte Morteros -agregó- los que venimos del norte del departamento muchas veces nos tenemos que tomar el colectivo de la 1 de la mañana para volvernos a casa, y como los boletos ya no son más acumulativos, se te gastan en el día si no los usás, eso representa un gasto bastante importante para quienes tienen que tomar varias veces a la semana el colectivo a esa hora. Hay días que acá se termina de cursar a las 11.50 y los alumnos no llegan a irse antes de las 12, tienen que pagar cerca de 100 pesos en el de la 1 de la mañana, para que eso no pase, tienen que salir 40 minutos antes por lo que pierden clases. El centro de estudiantes habló con los docentes para que consideren esa situación hasta que todo se normalice, pero bueno, no todos los docentes son igual de comprensivos", explicó la secretaria general, que todos los días viaja desde Freyre a nuestra ciudad para cursar y todavía está a la espera de su BEG.
Estudiantes en medio del gobierno y las empresas
"El BEG se sanciona con el espíritu de quitar las barreras económicas, para establecer un piso de igualdad para acceder a la educación pública. Si comienzan a aparecer estas restricciones, ese piso se mueve y se va en contra del propio programa, y el tema son los chicos que muchas veces no tienen plata para pagarse el pasaje y no pueden venir a cursar. Eso se ha notado mucho en estos primeros meses porque se han atrasado mucho en entregar el boleto y ahora hay casos tanto en San Martín como en Normal, de alumnos que no pueden asistir a clase por no poder pagarlo. En mayo arrancan las prácticas docentes y así va a haber más complicaciones", explicó Acevedo.
Ante la consulta de posibles soluciones ante el contexto que enfrentan los estudiantes de la región, Ríos señaló que "nuestro pedido no es que nos liberen los pasajes para ir y venir cuando se nos dé la gana; lo que queremos es que mínimamente se vuelva al régimen anterior donde había dos boletos diarios, sin el régimen de horarios que se ha establecido ahora. Porque en el contexto económico a nivel nacional que estamos viviendo, el gasto en transporte es altísimo y hay familias que realmente no pueden hacerle frente y el resultado es que los chicos no puedan seguir estudiando o empezar a estudiar".
"Siempre se dice que el estudiante es el culpable, que se dedica a cualquier cosa menos a estudiar, entonces por eso se recorta, para que el estudiante aprenda una lección. Si no hay boleto educativo, el Polo Educativo se viene abajo y eso es alarmante", sentenció Acevedo.
Por su parte, este medio intentó comunicarse con la Secretaria de Transporte de la provincia de Córdoba en varias ocasiones, pero no tuvo éxito.