Alumnos construyeron una vereda ecológica en la Escuela Roca
Ejemplo de conciencia ambiental. Los chicos aprenden a elaborar ecoladrillos. Reutilizan el plástico desechado para que no se convierta en residuo altamente contaminante en la escuela y la ciudad.
Como parte de un programa de educación ambiental, en nuestra ciudad son varias las escuelas que fomentan la ecología de manera transversal, involucrando para ello diferentes contenidos pedagógicos.
Un ejemplo claro de esto es la Escuela Julio Argentino Roca -Bv. Roque Sáenz Peña 183-. Allí, un grupo de alumnos de quinto y sexto grado A, dirigidos por la docente Alejandra Pioli, comenzaron a trabajar en la confección de ecoladrillos en el marco de una iniciativa denominada "Proyecto plastiuso" y ya construyeron cuchas para perros, sillones, cestos y hasta una vereda.
El origen de este proyecto comenzó a partir de abordar la necesidad de encontrar una solución para el destino final de productos plásticos que se generan en la ciudad.
"En San Francisco se consume muchísimo plástico y hasta el momento la municipalidad tiene una deuda pendiente respecto del correcto tratamiento de los residuos", explicó la docente en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Entonces, comenzaron a elaborar alternativas que permitan encontrar variantes para el tratamiento del plástico como basura.
La creatividad, curiosidad y el empuje de los niños permitió pensar en múltiples alternativas a partir de la creación de ecoladrillos que elaboran utilizando botellas plásticas, limpias en cuyo interior les colocan restos de plástico que se compactan para no permitir el paso de aire. Una vez que se llena totalmente el recipiente, se coloca la tapa y el ecoladrillo está listo para ser utilizado.
Otras ideas
Además de los ecoladrillos, los estudiantes propusieron y llevaron a cabo la creación de diversos elementos como bolsas, cartucheras, cestos de basura y juguetes a partir de la utilización de plásticos y así perlongar su vida útil que de otra forma iban a convertirse en deshecho contaminante.
Los alumnos aprenden a hacer ecoladrillos
"Nos dimos cuenta que en lugar de desechar todo ese plástico en el basural se podía generar una nueva utilidad transformándolos en nuevos objetos", contaron los protagonistas.
A limpiar la escuela
La iniciativa ecológica derivó en un trabajo colectivo que incluyó a toda la comunidad educativa de la Roca. A partir de allí, y por lógica consecuencia, pudieron observar que la escuela se mantenía limpia por mucho más tiempo.
"En estos momentos toda la escuela está contagiada con esta idea y eso es muy bueno porque no es nada fácil generar un cambio de cultura y de forma de pensar respecto del destino final de los plásticos", indicó Pioli.
Sobre la idea de armar los ecoladrillos, la maestra contó: "Empezamos a recolectar botellas plásticas limpias. Todo empezó después de las vacaciones de julio y hasta el momento elaboramos cientos de eco ladrillos".
También papeles
Además de la reutilización de los materiales plásticos en los ecoladrillos, en la escuela recogen todo tipo de papeles que luego se entregan a la Murga La Estación.
Sobre el proceso, Braian Lingüetti, de 11 años, de sexto grado A, recomendó que "mientras se llenan las botellas de plástico hay que utilizar un elemento para compactar el relleno y de esa manera evitar la presencia de aire para que quede sólida y no se rompa".
Marcos Vivas, de 11 y de quinto grado C, recordó que "para cada ladrillo es importante contar con una botella limpia, seca y con tapa. Además se coloca en el interior bolsas de plástico que también estén limpias y secas. Presionando todo el relleno se puede lograr un ladrillo de gran calidad y resistente".
Una vereda y más
Actualmente el establecimiento educativo de barrio Sarmiento está construyendo una habitación ubicada en un sector del patio. Allí la construcción fue rodeada por una vereda bajo la cual se colocaron más de 60 ecoladrillos que luego fueron cubiertos por hormigón.
"Ese fue un buen proyecto que resultó muy exitoso ya que pudimos dar un destino final a estos ecoladrillos", señaló la docente.
La vereda construida utilizando 60 ecoladrillos
A partir de esta primera experiencia las ideas sobre el destino de los ecoladrillos se fueron multiplicando. Comenzaron a aparecer cuchas para perros, sillones y cestos de residuos. Igualmente, utilizando envases de saché se fabricaron bolsos, cartucheras, un piloto impermeable, cestos papeleros y distintos elementos.
Camila Madera, de 11 años, quien concurre a sexto grado A fue la responsable de armar sillones a partir de la utilización de los ecoladrillos.
La niña explicó que "lo hice enteramente yo mientras que mi mamá se encargó de encontrar la tela y coserla para cubrir el diseño".
"Si todos los sanfrancisqueños tomáramos conciencia del plástico que está en nuestras calles, caeríamos en la cuenta de que hay que hacer algo con esto", reflexionaron los entrevistados a modo de mensaje final.