Alergias en el trabajo: ¿Cuáles pueden aparecer?
Harinas, metales, hongos o sustancias químicas son algunos de los agentes que pueden causar alergias en el lugar de trabajo. La rinitis, el asma y la dermatitis de contacto son las que aparecen con mayor frecuencia.
En el lugar de trabajo también pueden aparecer alergias. Son enfermedades en la que el sistema inmunológico funciona generando una reacción excesiva ante la exposición a un agente natural como harinas, metales, sustancias químicas o biológicos por ejemplo hongos, que se encuentran presentes, en este caso, en el ambiente laboral.
Las más frecuentes son la rinitis, el asma y la dermatitis de contacto. Además se identificaron más de 350 agentes responsables y cada año se descubren más. Las alergias ocupacionales pueden causar serias consecuencias para la calidad de vida de las personas afectadas y con gran repercusión económica, debido a la pérdida de productividad de los trabajadores enfermos y a los gastos derivados de su asistencia sanitaria.
¿Qué hacer para combatirlas?. La médica especialista en alergia e inmunología, Laura Puentes (MP-31663/5; ME-14420) que atiende en el Sanatorio y Clínica San Justo advirtió que el desarrollo de síntomas de alergia puede ocurrir ante cantidades muy pequeñas del agente sensibilizante. "Se puede padecer este problema aún cuando en la empresa se cumplan perfectamente todas las medidas de higiene ambiental que exige la normativa de seguridad en el trabajo".
Explicó que las sustancias pueden entrar en contacto con el trabajador por diferentes vías. Las más frecuentes son la respiratoria (rinitis y asma bronquial), los ojos (conjuntivitis alérgica) y la cutánea (dermatitis por contacto).
Dra. Laura Puentes
"Los síntomas suelen ir empeorando a lo largo de la semana laboral, en el lugar de trabajo, y mejorar los fines de semana, vacaciones o días de descanso. Puede suceder que si la exposición se produce de una manera continuada llega un momento en el que el trabajador tiene síntomas crónicos que no mejoran en los períodos de descanso", aseguró la especialista.
Dependiendo del tipo de alergia, dérmica o respiratoria, estas afectan más a determinadas profesiones. "Las dermatitis son más frecuentes entre los profesionales de la construcción, del metal, de la electrónica, de la peluquería, de limpieza o personal de servicios médicos. La rinitis y el asma son más frecuentes en el sector de la alimentación, de la limpieza y de la madera, aunque también son frecuentes en el personal de servicios médicos y peluquería", detalló la doctora Puentes.
Los síntomas de las distintas alergias
* Rinitis laboral: Se caracteriza por la aparición de estornudos, picazón, secreción y obstrucción nasal, generalmente unido a conjuntivitis. Está muy relacionada con el asma laboral ya que no solo comparten agentes causales sino que en la mayoría de los casos si no es tratada adecuadamente termina derivando en asma. Puede ser alérgica y no alérgica, esto es cuando no se produce por mecanismos inmunológicos sino por agentes irritantes presentes en el entorno laboral.
*Asma laboral: Es la primera causa de enfermedad pulmonar de origen profesional en los países desarrollados. El asma es una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas que se produce como respuesta del organismo ante la exposición a polvos, sustancias químicas, vapores o humos. Estos productos actúan como sensibilizadores o como irritantes produciendo una inflamación de la mucosa de las vías aéreas, lo que provoca una obstrucción al paso del aire. El paciente con asma ocupacional presenta los síntomas típicos de asma: tos, opresión torácica, sibilancias y falta de aire.
* Dermatitis de contacto laboral: El 40% de las enfermedades de origen laboral son enfermedades cutáneas, y de ellas, el 90% son dermatitis de contacto. La dermatitis de contacto se caracteriza por una respuesta inflamatoria de la piel con presencia de enrojecimiento, edema, pápulas, vesículas y costras con descamación, originada o favorecida por la presencia de agentes físicos, químicos o biológicos en el ámbito laboral. Los síntomas suelen aparecer en la zona de contacto aunque pueden extenderse al resto del cuerpo, afectando en las dos terceras partes de los casos a las manos. Se han identificado más de 250 sustancias que pueden causarla.
Las dermatitis pueden ser: Dermatitis de Contacto Irritativa (DCI): es la reacción de la piel ante un producto irritante o Dermatitis de Contacto Alérgica: reacción de hipersensibilidad de la piel ante la presencia de un agente alergénico.
Diagnóstico
El diagnóstico de una alergia originada en el trabajo se basa en la historia clínica y laboral y en las pruebas diagnósticas. La doctora Puentes explicó que a nivel respiratorio se realizan pruebas de función respiratoria, estudio de hiperreactividad bronquial inespecífica, espirometría, provocación bronquial específica. También se hacen pruebas de sensibilización (prick test), debiendo incluirse las específicas para ácaros, hongos, polenes.
En el caso de la dermatitis de contacto la prueba diagnóstica específica se denomina parche cutáneo, en donde se colocan en la piel las sustancias sospechadas o manipuladas por el trabajador para determinar el origen de las lesiones.
En algunos casos se puede recurrir a las pruebas intraepidérmicas (prick test) cuando se trate de una urticaria por contacto o una dermatitis de contacto proteínica.
"Con relación a las pruebas cutáneas de alergia hay que recordar que un trabajador puede haberse sensibilizado a una sustancia pero no haber desarrollado síntomas alérgicos y con las pruebas alérgicas puede detectarse esa sensibilización", dijo la doctora.
Remarcó que es muy importante "recabar toda la información posible sobre los productos presentes en la empresa (tanto las materias primas como los productos intermedios y finales) y los procesos de producción, para lo que son necesarias las fichas de datos de seguridad de los productos, los valores de exposición ambiental de las sustancias, la evaluación de riesgos de la empresa y las medidas preventivas implantadas, documentación que debe solicitarse a la empresa y ser elaborada por el servicio de prevención de la misma".
La especialista recordó que el principio de actuación a nivel de prevención debe ser "el evitar la presencia de agentes responsables. Para ello hay que llevar a cabo diversas medidas de control ambiental, incluyéndose la medición de la concentración de los agentes y mantenerlo por debajo los límites máximos permitidos, teniendo en cuenta que incluso niveles muy bajos de exposición pueden provocar daños en la salud de los trabajadores sobre todo en los sensibilizados".
Cómo prevenir
Hay que protegerse y utilizar los elementos indicados a la hora de trabajar:
* Ropa de trabajo adecuada: manga larga y cerrada, guantes, calzado apropiado... hay que tener en cuenta que los guantes y el calzado de protección también pueden provocar reacciones alérgicas, especialmente los de látex o cuero curtido, por lo que se debe evitar su uso. Los trabajadores se cambiarán de ropa en el centro de trabajo y no la lavarán por medios propios, en su domicilio.
* Protección respiratoria: se usarán mascarillas con filtros adecuados al tipo de sustancia al que se esté expuesto.
* Protección ocular: gafas de protección para evitar el contacto con los ojos. Cuando a un trabajador se le detecten síntomas de sensibilización es absolutamente necesario retirarlo de la exposición en algunos casos de rinitis alérgica o asma bronquial y muy recomendable en los demás.
* Si no se hace y sigue expuesto al agente alergénico puede derivarse en consecuencias mayores: una rinitis puede derivar en asma o unos síntoma en la piel pueden derivar en una dermatitis de contacto de tipo crónico e incurable.