Alemania: la etapa post Merkel
El resultado electoral que derribó presunciones pesimistas: la dirección seguirá siendo la misma, aunque resta saber si los dirigentes que aspiran a sucederla podrán construir el mismo sólido liderazgo de Merkel.
Las recientes elecciones en Alemania determinaron que se instalara alguna incertidumbre acerca de las negociaciones que las dos principales fuerzas políticas encararán para formar gobierno. Y también han dejado abierto el juego acerca de qué sucederá con la principal potencia europea en la era post Ángela Merkel.
En efecto, el partido socialdemócrata, liderado por Olaf Scholz venció en los comicios al oficialista Partido Demócrata Cristiano por apenas un punto porcentual. Así, la centroizquierda se proclamó con el derecho a formar gobierno, aunque para ello deberá acordar alianzas con otras fuerzas minoritarias. Mientras, quien pretende ser el sucesor de Merkel, Armin Laschet, también manifestó su intención de encabezar una coalición que mantenga en el poder a la fuerza que lideró la ex primera ministra germana.
Vale señalar que en Alemania no son los votantes los que eligen directamente al jefe de gobierno, sino los diputados, una vez formada la mayoría. Así, el estrecho resultado de la votación abre el juego para negociaciones que serán las más difíciles desde la década de 1950, según señalan los especialistas, debido a que el nuevo gobierno deberá contener al menos a tres fuerzas políticas, entre ellas algunas de signo extremista, tanto de izquierda como de derecha.
Y aunque todavía es incierto el futuro en torno al próximo gobierno alemán, el voto ciudadano dejó mensajes contundentes. Por un lado, los alemanes siguieron votando a fuerzas del centro político, con programas moderados. Se evitó así un crecimiento de la extrema izquierda radical y de los neonazis. Por el otro, las cuatro principales fuerzas políticas que surgen de la elección mantienen su vocación de pertenecer a la Unión Europea, por lo que no se aguardan numerosas modificaciones en materia de política exterior.
Es que, como bien afirmó un editorial de La Vanguardia de Barcelona, "la sombra de Ángela Merkel sigue siendo el referente al que agarrarse, tanto para Alemania, como para el resto de la Unión Europea. A pesar de que su mandato pueda arrojar sombras y generar vacíos, en comparación destacan los éxitos. Alemania no solo ha sido el motor de la nueva Europa, también el laboratorio de ideas para construirla, proporcionando recursos para hacerlo y hasta definiendo el diseño".
En este contexto, el liderazgo de Alemania en el viejo continente no parece estar amenazado. Porque si bien no se puede responder aún a algunos interrogantes claves, lo acontecido en las urnas marca una dirección que parece consolidarse. El legado de la dirigente que llegó de la Alemania del Este quedó reflejado en un resultado electoral que derribó presunciones pesimistas: la dirección seguirá siendo la misma, aunque resta saber si los dirigentes que aspiran a sucederla podrán construir el mismo sólido liderazgo de Merkel.