Al aire libre y sin alcohol
El espíritu festivo del Día del Estudiante y de la Primavera es el que debe predominar. La alegría juvenil, los colores y la música son símbolos de este tiempo que es necesario preservar como un modo de expresión de mucha valía.
Comienzan hoy los dos días en los que los estudiantes
secundarios de la ciudad tienen el protagonismo absoluto. La celebración del
Día del Estudiante y la llegada de la primavera volverán a congregar en la
Plaza Vélez Sársfield a miles de adolescentes y jóvenes en lo que promete ser
una fiesta multitudinaria, similar a las concretadas en años anteriores.
Desde el municipio han sostenido que se ha trabajado de manera concienzuda con los centros de estudiantes y con los padres de familia para garantizar que el festejo discurra por los caminos normales. Se indicó la adopción de medidas de seguridad tanto en el exterior de la plaza como en el mismo predio para evitar cualquier anormalidad.
No cabe duda de que el espíritu festivo de estas jornadas es el que debe predominar. La alegría juvenil, los colores y la música son símbolos de este tiempo que es necesario preservar como un modo de expresión de mucha valía. En ocasiones anteriores, la celebración tuvo un brillo particular y la organización estuvo a la altura de las circunstancias, más allá de algunos aspectos relacionados con el comportamiento de determinados grupos que, inmediatamente, fueron contenidos para que se no se produjesen desbordes.
En este marco, todas las actividades previstas merecen desarrollarse con la tranquilidad que los organizadores han programado. Porque es un esfuerzo importante el que se realiza para brindar a nuestra juventud de un espacio de sano esparcimiento. Por ello, será importante el control del consumo de alcohol y de su expendio a menores, entre otros detalles que son necesarios para que el éxito corone la fiesta.
Está claro que la lucha contra el consumo excesivo de bebidas alcohólicas no puede circunscribirse a una jornada o dos. Debe ser una política de Estado que adopte decisiones permanentes en el sentido de proteger la salud y la vida de las nuevas generaciones y modificar aspectos culturales negativos que parecen estar impuestos. En este marco, ante la jornada de recibimiento de la primavera y de celebración del Día del Estudiante, no es descabellado formular advertencias sobre el particular. No sólo para que no se produzcan situaciones perniciosas, sino también para garantizar que la fiesta tenga los condimentos imprescindibles que permitan el disfrute y la alegría a todos nuestros estudiantes.
Así ha sido en años anteriores y se espera que lo sea en estas dos jornadas. El festejo al aire libre y sin alcohol merece resaltarse. Se impone mantener la vigencia de estas dos premisas que pueden transformarse en eslogan de un festejo que puede ser inolvidable para la gran mayoría de los estudiantes de la ciudad.