Adicción a los videojuegos, un problema de salud que se puede prevenir
Pasa muchas horas frente a la computadora, no se junta con amigos y se molesta cuando lo llaman a comer. El uso abusivo de los videojuegos puede llevar a una dependencia adictiva y cambia el comportamiento de la persona.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) reconoció al uso abusivo de los videojuegos como un desorden
de comportamiento, según publicó en la primera actualización de su
Clasificación Internacional de Enfermedades.
"El trastorno por videojuegos se caracteriza por una adicción persistente o repetida a los juegos online u offline", describió el organismo.
Entre los síntomas de ese comportamiento, la OMS menciona la incapacidad de la persona de controlar la frecuencia, duración e intensidad de las sesiones de juego, así como el deseo de seguir jugando a pesar de las consecuencias negativas.
Con el avance de la tecnología y la llegada de las pantallas a la vida cotidiana, los niños y adolescentes especialmente y también los adultos pueden caer en este problema. Para conocer más sobre este trastorno y poder prevenirlo LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el licenciado en Psicología, José Emilio Macello (MP-1352) quien destacó que el diálogo y el amor de familia es fundamental para evitar estas situaciones.
"Creo que los padres deben tener siempre presente el sentido de haber formado una familia, no olvidar de manifestarse amor mutuamente. Es importante transmitirle a sus hijos que sean conscientes de que son modelos, que otros niños imitaran, por lo tanto enseñarles con su ejemplo como superar las adversidades en la vida", aseguró Macello.
Agregó que no cree en las restricciones compulsivas "porque generan resentimientos y aumentan el deseo de hacer lo prohibido. Soy partidario de despertarles otros intereses sanos, dependiendo del genero y la edad. También el adulto se tiene que adecuar a los cambios y aceptar que ciertas horas estarán frente a su computadora".
Con respecto a las señales y manifestaciones de que el niño o adolescente, está dependiendo de los videojuegos, Macello dijo que es claro: Pasa muchas horas frente a la pantalla, no quiere practicar deportes, no se junta a jugar con sus amigos y se molesta cuando lo llaman a comer, por ejemplo. También son chicos que quieren quedarse hasta entrada la madrugada frente a la compu.
"Creo que los padres deben tener siempre presente el sentido de haber formado una familia, no olvidar de manifestarse amor mutuamente. Es importante transmitirle a sus hijos que sean conscientes de que son modelos, que otros niños imitaran, por lo tanto enseñarles con su ejemplo como superar las adversidades en la vida".
Un hábito muy difícil de romper
El psicólogo afirmó que para quienes han desarrollado la terapia cognitivo-conductual "se trata de un hábito muy dificil de romper ya que constituye una vía de escape para otros problemas psicológicos o familiares".
"El tratamiento familiar es ineludible y también el tratamiento individual del niño es importante pues a través de esta adicción canaliza sus ansiedades o depresión", remarcó Macello.
Al mismo tiempo aclaró que el término "adicción", "está muy cuestionado. Hay investigadores que incluyen dentro de la ludopatía este hecho".
Macello comentó que en su consultorio atendió casos de niños o adolescentes y el problema "se había originado en la relación de los padres entre sí, una dificultad o discapacidad física o psicológica que les hacía difícil integrarse con sus compañeros de escuela, o también, en los casos de adicción a internet más que videoguejos específicamente, por el desarrollo de su sexualidad y la excitación que le producía lo que encontraba en la red".
Explicó que este trastorno provoca consecuencias en la vida social de quienes lo sufren. "Al separarse de sus pares, van limitando sus intereses y se pierden el abanico de oportunidades de participar en distintas actividdes que los ayudarian a desarrollarse con más felicidad", dijo.
Qué es la Clasificación Internacional de Enfermedades
La Clasificación Internacional de Enfermedades es una codificación estandarizada de todas las dolencias, desórdenes, condiciones y causas de muerte que sirve para que los países obtengan datos estadísticos y epidemiológicos sobre su situación sanitaria y puedan planear programas y recursos en consecuencia.
La última revisión de esta norma se hizo hace 28 años, y durante 11 años se analizó la información científica más reciente para crear un nuevo estándar que está disponible para ser usado por el personal médico del mundo entero.
No obstante, los Estados tienen tiempo para adaptarse hasta el 1 de enero de 2022.
Este proceso sirvió para actualizar una clasificación que en muchos casos estaba desfasada, no reflejaba la realidad o no incluía comportamientos que ahora se consideran enfermedades o desórdenes.