A 132 años del inicio de una gesta
San Francisco cumple hoy 132 años. Poco más de un siglo albergando una comunidad pujante, orgullosa de su pertenencia, que tomó el legado de las tesoneras familias colonizadoras que llegaron desde 1886.
San Francisco conmemora hoy los 132 años de su fundación. Llega a este aniversario con un escenario complejo en cuanto a política nacional de cuyas decisiones dependen el desarrollo y la evolución económica de nuestras empresas en particular y de la comunidad en general.
En tanto, se puede apreciar un notable desarrollo y expansión, con la radicación de nuevos barrios ahora tanto en el sureste como en el norte y noroeste.
Además, nuestras fuentes productivas y comerciales continúan con el legado de quienes hace bastante más de un siglo se aventuraron a apostar por un porvenir mejor en las entones feraces tierras del este cordobés y oeste santafesino.
La industria sanfrancisqueña es motor del desarrollo económico y la generación de empleo. Ello se debe en gran medida a los recursos y la capacidad emprendedora que ha caracterizado históricamente a nuestra ciudad.
Los primeros tiempos
La celebración de un nuevo cumpleaños de la ciudad obliga a evocar a quienes en otras generaciones forjaron una sociedad sólida y bien encaminada, para beneficio de nuestra posteridad.
Es que desde aquellos lejanos días en que los colonos tuvieron que trabajar a destajo para desmontar amplias superficies, abrir caminos donde solo había senderos, superar la falta de agua suficiente para sus familias y las bestias de trabajo, construir el rancho primigenio que años luego dio espacio a la casa de material, labrar la tierra, sembrar y cosechar siempre elevando la mirada al cielo, ya para orar como para ver cómo evolucionaba el clima o si el horizonte se oscurecía por la temida manga de langostas, todo fue trabajo, sacrificio y mucha fe hasta lograr satisfacciones como ver el crecimiento de la familia, la recompensa material por la producción lograda y, al final, el reposo con la serenidad de una herencia que sería bien sostenida por nuevas generaciones.
Estos nuevos habitantes de San Francisco, diversificaron la producción que dejó ser básicamente agrícola para sumarle la ganadería y, en el pueblo, los talleres fundamentales de herrería y carpintería que fueron semilla de una incipiente industria que volvió a ser diversa y con ello próspera: molinos, jabonerías, fábricas de pastas, de licores, de carruajes, de herrajes, de muebles, molinos y así en una sucesión inmensa de creatividad puesta al servicio de la producción que, con el aporte de tres ferrocarriles, nos dio un signo distintivo en la región porque pronto -en el contexto de la historia- San Francisco fue ciudad.Obreros en el molino "Meteoro" en la década de 1920
Sin bien los orígenes de San Francisco se pueden buscar en la sanción de la Ley de Colonias, la fecha fundacional fue el 9 de septiembre de 1886, por José Bernardo Iturraspe, el mismo día que presentó los planos de las colonias Freyre e Iturraspe. Aquella gesta tuvo el aporte de muchas familias colonizadoras cuyos apellidos trascendieron el tiempo y hoy son parte de una sociedad que, por ello, está firme y orgullosamente enraizada con la época fundacional.
Iturraspe acompañó la presentación de los documentos solicitando la fundación de la colonia San Francisco con una nómina de los adquirentes de sus tierras, porque la Ley de Colonias reclamaba un número determinado de colonos afincados para poder fundar.
La lista ofrecida por Iturraspe incluía los siguientes colonos fundadores que se aventuraron en 1886 a llegar a nuestro terruño: Juan Baluri, Antonio Imahorn, Juan, José y Santiago Griller, José Garriz, Ramón Saavedra, Gutteman Hnos., Eduardo Imhoff, Román Burgone, Vicente Gottgen, J. Gullier, Luis Camusso, Selim Alhaf, Cassia, Francisco Gassin, Arnold Hnos., F. Ostertag, Luis Gumpexto, Francisco Mozzo y Hnos. , Ignacio Theiler, Alois Schurllhaller, Elías Ever, Ignacio Rusemm, Theodoro Karlen, Schurishalser, José Quiabrodo, Antonio Aimetta, José Kalbermattenn, Miguel Dusso y Francisco Julién, García y Zamora, Juan José Dicho, Pedro Bucca, M. Bellan, Victoriano Didier, Pereale y Meotto, Natale, José Borla, Miller y Steffon, Juan Saghero, Ignacio Risso, Luis Nielan, José Torre, Juan Vallori, Domingo Stola, J. Perune, José Genero, Juan Genero, Casalis Hnos., Ludovico Stola, Alejandro Sema y Hnos. y Lombardo Hnos.
Con posterioridad, pero aún en pleno desarrollo el principio de la colonización, hubo otros compradores de terrenos, entre ellos, las familias de Luis Castellaro, José Devallis, Victorio Gaitano, José Paolasso, Segundo Berardo, Esteban y Lorenzo Felizia, Antonio Bongiovani, Rodolfo Stoessel, Matías Fantini, Carlos Vaudagna, Simón Lombardo, Francisco Vaira, Esteban Vaudagna, Miguel Curto, José Cerino, Jorge Oberto, Alfredo Barotti, Francisco Griotti; José Fleier, Bernardo Alberione, Inocencio Villaggi, Ángel Marini, Vito y Juan Ángeli, Jorge Chiavassa, José Vignola, Victorio Pogolotti y Valentín Curto, entre otros. En la zona sur, entre muchos otros, se instalaron los pioneros Francisco Gilletta y Petrona Turletto de Gilletta, llegados en 1887.