105 años, el mismo desafío
Pese a todos los augurios negativos y los presagios de que el periodismo gráfico tradicional iba a desaparecer, con las transformaciones que exigen los nuevos tiempos y los cambios culturales a la hora de informarse, los diarios continúan siendo la referencia central a la hora de la difusión de la información. En tanto, LA VOZ DE SAN JUSTO comenzará a transitar 2020 con desafíos importantes hacia un futuro en el que el mensaje informativo terminará de conformar estructuras mediáticas integradas en varios soportes.
LA VOZ DE SAN JUSTO cumple mañana, 1 de enero, 105 años de vida. Como siempre, el festejo acompaña los mejores deseos que todos los seres humanos formulamos con motivo del comienzo de un nuevo año. Esta hoja comenzará a transitar 2020 con desafíos importantes que, sustentados en una trayectoria periodística responsable y seria, permitirán avanzar hacia un futuro en el que el mensaje informativo terminará de conformar estructuras mediáticas integradas en varios soportes.
Sin embargo, pese a todos los augurios negativos, la edición en papel continúa siendo la principal herramienta del periodismo. Han fallado los presagios de que el periodismo gráfico tradicional iba a desaparecer. Por el contrario, con las transformaciones que exigen los nuevos tiempos y los cambios culturales a la hora de informarse, los diarios continúan siendo la referencia central a la hora de la difusión de la información de interés público.
La historia de los medios de comunicación certifica que las innovaciones en materia de comunicación no han eliminado a los anteriores formatos. Es verdad que la revolución tecnológica de los últimos años ha sido vertiginosa. Y que han aparecido dispositivos extraordinarios que favorecen la difusión de mensajes de manera inmediata. Pero aquella historia nos dice que ningún medio masivo ya conocido quedó en el olvido. Ni la televisión destronó a la radio. Ni la Internet lo ha hecho con los demás. Por el contrario, los ha potenciado. Los agoreros de la muerte del mensaje escrito han fracasado.
Los visionarios fundadores de 1915 soñaron un periódico que valorase los aspectos centrales de la vida de San Francisco y el departamento. Que apoyara todas las inquietudes dedicadas al progreso humano, social, económico y político. Que denunciara las arbitrariedades e injusticias. Y que se convirtiera en faro de reflexión de la vida cotidiana. A lo largo de más de un siglo estas premisas se mantuvieron vigentes, aun cuando los obstáculos aparecieron en los agitados tiempos que la Argentina ha experimentado.
Cuando este diario celebró su centenario, en esta columna se aludió a la alianza plasmada con el pueblo de la ciudad y el departamento. "Una simbiosis -se escribió- con valores inclaudicables: libertad, pluralismo, educación, tolerancia, respeto, rigor periodístico e independencia. Principios que siguieron marcando el rumbo y fueron guía certera para el trabajo cotidiano en favor de la comunidad". Y se recordó: "Hace muchos años, en la pared del fondo de la vieja redacción de calle General Paz, un cartel contenía una frase de Ezequiel P. Paz, hijo del fundador del diario La Prensa. Conceptos que interpelaban a los cronistas que tecleaban en las viejas máquinas de escribir: "Nadie puede escribir como periodista lo que no puede sostener como caballero".
Ese mandato ético resume el desafío para los tiempos que vienen. En épocas de proliferación de "fake news" y de recurrentes intentos de manipulación de la información favorecidos por el enorme conjunto de plataformas de difusión de mensajes, la misión fundacional se mantiene. Porque la concepción del ejercicio del periodismo no ha cambiado en su esencia. Por ello, al cumplir 105 años, LA VOZ DE SAN JUSTO asume que el desafío es el mismo: servir periodísticamente a una comunidad que merece un portavoz identificado con sus raíces culturales marcadas por el esfuerzo, el trabajo, la perseverancia, la libertad y la fe en un futuro mejor.