Un laburante del arte
Kike, de albañil a escultor: los 32 años y autodidacta, Enrique Barrionuevo convierte el cemento en verdaderas obras de arte y sueña con llegar a vivir de las esculturas que crea con sus manos que saben de oficio y esfuerzo.
Enrique Barrionuevo, más conocido como "Kike", tiene 32 años, y desde hace 20 es albañil. Aunque su pasión fue siempre el arte y las manualidades, la vida lo llevó detrás de esta profesión tan sacrificada para ganarse el pan dignamente.
En sus ratos libres, el balde y la cuchara son reemplazados por sus manos, con las que esculpe estructuras de arcilla, y luego las convierte en esculturas de cemento con la particularidad de que en su mayoría se trata de estatuas en escala.
"Desde chico me gustan las manualidades, pero desde los 12 años soy albañil y nunca tuve la posibilidad de estudiar nada relacionado al arte, es algo que hago solo por hobby en mis ratos libres o durante los fines de semana. No me dedico a esto pero me encantaría", expresó Barrionuevo en declaraciones a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Su pasión por al arte comenzó hace dos años cuando realizó su primera escultura: una llama de 1,90 metros que exhibía en la vereda o en el patio de su casa, ya que no tenía lugar donde guardarla. Así, sus vecinos comenzaron a incentivarlo para que siga con esta actividad.
"Cuando hago una escultura la guardo para mí, pero siempre pasa alguien que me pregunta si la vendo y la termino vendiendo. De hecho, hoy esta actividad se mueve mucho más que la albañilería lo que me lleva a pensar en poner en marcha un nuevo emprendimiento", comentó el arroyitense.
Y reconoció que "sería un cambio de vida para mí y toda mi familia, que también me apoya en esto y me incentiva a hacerlo, ya que la albañilería es un oficio muy sacrificado, con frío, calor, lluvias, siendo que esto me permitiría hacer lo que me apasiona y en mi propia casa".
Una llama de 1,9 metros, la primer obra que moldeo "Kike" con sus manos
Arte, fe y solidaridad
Entre sus obras de arte más relevantes se encuentra también una escultura de San José Gabriel Brochero, la cual fue esculpida por Enrique hace unos tres meses y que será donada a la nueva iglesia que se construye en el sector sureste de Arroyito, en barrio San Pablo- la cual rendirá homenaje al curita gaucho transformado en santo.
"Estaba trabajando en una obra frente ala nueva iglesia que llevará el nombre del santo cordobés y se me ocurrió hacer una escultura para donarla y emplazarla en la iglesia. Así fue como hace tres meses empecé esculpiendo la cara de Brochero en arcilla, a modo de molde. Luego hice el cuerpo con una estructura de hierro y mallas, para revestirlo después con cemento alivianado (ya que es hueco por dentro). La escultura cuenta con 1,80 de altura y pesa alrededor de 100 kilos".
Cabe señalar que se trata de la primera iglesia construida en la región para homenajear a San Brochero, aunque la primera en consagrarse en su nombre será la capilla de Devoto que llevará el nombre de "San José Gabriel del Rosario Brochero y La Purísima" y en cuyo altar se colocarán reliquias del santo.
El acto de consagración de la iglesia dedicada al "cura gaucho" será mañana lunes 19 de marzo en Devoto, a las 19, y estará a cargo del obispo diocesano monseñor Sergio Buenanueva.
"Kike" junto a la escultura de Brochero y el obispo Sergio Buenanueva
Estudiar, la asignatura pendiente
"Kike" trabaja ahora en la confección de una jirafa de 3,20 metros y según aseguró,
"Me gustaría estudiar para perfeccionar mi trabajo. De hecho sé que en San Francisco está la Escuela Superior de Bellas Artes (Dr. Raúl Guillermo Villafañe), pero tendría que organizarme con los tiempos y la movilidad".
Consultado sobre las obras de arte que les gustaría hacer a futuro, el arroyitense dijo que "hacer un Cristo Redentor o esculturas más grandes a las que vengo haciendo. Me apasionan las estatuas gigantes pero muchas veces me limita el espacio".
"Nunca me voy a sentir satisfecho, siempre me va a faltar más y eso me desafía a seguir con cosas mayores", concluyó.