Un docente de sociales en la escuela técnica
La historia de Agustín Peralta es la de un profe cuyos valores y saberes no están escritos en un manual. Lo que conoce lo aprendió en las mismas aulas del Ipet 50 en las que hoy como tutor acompaña a futuros egresados.
Por Ivana Acosta | LVSJ
No siempre que se recibe un chico en la escuela técnica termina profundizando sus saberes en la universidad dentro de esta rama, pero los conocimientos quedan. Uno de esos casos es el de Agustín Peralta Almada que se fue en 2011 del Ipet 50° con la especialidad de Electrónica y hoy a los 27 años es uno de los tantos docentes que forman parte de la plantilla en la institución.
De alguna forma, esos conocimientos, los valores, la cultura y cariño por la escuela quedaron tan arraigados en él que no solo volvió de visita sino como educador en un área creada recientemente a la luz de las nuevas políticas educativas en el país. Así pasó de ser un egresado de Electrónica a profesor de Psicología y en algún tiempo más en Educación Especial y esos saberes actualmente los vuelca en la comunidad educativa que lo vio crecer.
"En 2006 empecé a estudiar acá y terminé en el 2011. Siempre quise venir acá por una cuestión familiar, mi papá estudió acá y mi primo también. Quería tener la experiencia de la escuela técnica como ellos. Estuve en Electrónica que está divido en dos: Electricidad y Electrónica donde compartís algunos contenidos y experiencias de otros compañeros en el taller", relató sentado en una oficina donde muchas veces tiene al frente a algún estudiante.
En su adolescencia él se describe como "un alumno que cumplía y hacía", sin destacar como otros chicos quizás, pero con una capacidad de absorción y curiosidad por saber siempre un poco más que todavía mantiene.
Irse o no, esa era la cuestión
Cuando llegó a cuarto año Agustín desarrolló gusto por el área de Psicología, en su mente se encendió la chispa de que ese podría ser su camino, pero eso significó también una encrucijada sobre si ir a otro colegio orientado a lo social o no.
"Me planteé cambiarme y mis viejos dijeron que, si quería hacerlo, si estaba convencido, iba a hacer yo todos los papeles - contó -, y después resultó que acá ya tenía mi banda, eran seis años, el mismo sexto que en otras escuelas. Eso que pensaba de que si quería estudiar algo relacionado a lo social acá no me servía, quedó totalmente demostrado que era lo contrario", agregó.
Al final salió en 2011 con su campera de la promoción que tenía estampado "Ipet 50" y de ahí cruzó al frente a la Escuela Normal donde se anotó en el profesorado de Psicología.
"Terminé y elegí el profesorado, pero acá las habilidades sociales que teníamos eran muy pocas. La escuela técnica te enseña que dos más dos es cuatro, es estructurado y no hay un análisis por el cual te puedas ir, funciona o no", señaló. En el profesorado las cosas cambiaban un poco y más si se es introvertido como él, sin embargo, hizo experiencia para desenvolverse a través de la participación en Cáritas y yendo a congresos de la entidad, por ejemplo.
Agustín trata de inculcar como docente lo importante que es la escuela técnica y lo hace a partir de su experiencia como estudiante.
Volver y quedarse
Ser docente y entrar en el sistema, por así decirlo, no es sencillo más si en el área que él estudió ya había una buena cantidad de profesionales, tal es así que Agustín fue parte de la última camada de egresados de la carrera. Y ahí en ese intermedio que debió abrirse camino volvió a aparecer la escuela técnica.
En el Ipet 50 aprendió muchas cosas de Electrónica, otras tantas similares con Electricidad y sobre todo pudo desarrollar practicidad para desenvolverse en lo social y lo técnico y es por eso que dijo: "Lo que yo destaco que la escuela técnica te da las habilidades para hacer tal o cual cosa".
"Mi carrera ya cerraba, pensaba qué iba a hacer y en el sistema es difícil entrar. Fui viendo que horas se podían ir cubriendo, yo quería devolver al colegio todo lo que en algún momento me dio, acá no hay muchas materias sociales, pero con tener dos o tres yo ya estaba", añadió.
El profe Agustín. Regresó a las aulas que lo vieron crecer,
pero ahora como docente.
Primeros pasos
En los últimos años hubo grandes avances en educación, la imagen tradicional de un docente circunscripto a las aulas frente a los estudiantes sigue presente, pero se han ido diversificando las tareas alrededor.
Saber sobre un área específica no era suficiente, había mucha diversidad dentro de las nuevas tendencias en educación: "Pensé que lo más cercano a eso era estudiar el profesorado en EducaciónEspecial (está terminando la carrera) y en el medio fui tomando horas de clases".
Ahí fue que volvió a su querida escuela con el cargo de coordinador de curso, al cual aplicó una primera vez sin suerte y después con éxito en 2019 y se analizó a sí mismo en ese rol: "Creo que tuve un buen desempeño, era muy difícil decirles, a ciertos docentes que conmigo hacían lo mismo o tenían ciertas conductas, que tenían que hacerlo bien y es aún muy chistoso".
Su rol como profe y tutor
La coordinación la dejó atrás y ahora se desenvuelve también en el Ipet 50 como tutor y es uno de los tantos docentes que se ocupan de "mantener en línea" a los chicos que por ahí flaquean en un área o actividad determinada. La pandemia y la combinación de virtualidad con presencialidad hizo más palpable todavía este rol.
"El cargo se asemeja a las clases particulares, con la coordinadora empezamos a pensar qué materias podía dar o no, y llegamos a la conclusión de que en realidad podía dar todas, porque si bien no era muy sobresaliente era ... yo le digo, nerdito, es decir sabía bastante porque me sentaba y leía", describió.
Ser tutor también significa "enseñar métodos de estudios, hay que darles estructura, organización para hacer las tareas o completar carpetas, ayudarlos a que puedan resolver sus tareas" y que en general afectan más a los chicos de 1°, 2° y 3° donde se nota más, si bien vienen de años superiores en general ya ahí hay mucho acompañamiento entre los chicos.
El valor agregado de esto es que Agustín se preocupa porque las tutorías no sean un estigma para los alumnos. No se va con él porque no tengan disciplina, se porten mal, no aprendan o no entiendan. Como docente no transmite solo saberes, sino que ayuda a seguir un camino recto que los beneficie en su desenvolvimiento escolar, es decir, que cualquiera puede ser seleccionado por diversas razones.
Devolver algo a la escuela
En el Ipet 50 es habitual que los chicos vuelvan a recorrer el taller donde tanto tiempo pasaron o que hagan donaciones y ejemplos sobran. Agustín como docente decidió aplicar lo que sabe debido a su formación profesional, sin olvidar que él conoce la situación y sentir de los chicos que cursan ahí.
Están los convencidos, los que dudan de dejar o no como le pasó, los que les cuesta más y necesitan solo un empujón, por ello resaltó: "La escuela me dio conocimientos para poder hacer de todo en casa, una actitud ante la vida de ponerte y hacer diferentes cosas".
"Ahora yo a la escuela le contribuyo con esto de usar lo que sé y tengo para ayudar a los chicos, hacerles ver el valor del colegio desde otra perspectiva y creo que soy el único profesor del área de Sociales o específicamente de Psicología, al menos, que entró a trabajar acá", cerró. Y regresar a ese lugar haciendo esto, señoras y señores, no es poco.