Radiografía del agua: los sanfrancisqueños derrochan pero cada vez menos
Consume más del doble que lo recomendado por la OMS, que sugiere consumir por persona y por día hasta 100 litros. Sin embargo, en nuestra ciudad, Frontera y Josefina eso no se cumple y la población hace un uso superior a los 200 litros diarios. En la cuarentena, el consumo no creció.
El agua es un recurso vital para el ser humano y si bien recomiendan su uso racional, a la hora de ver los números, aún falta conciencia colectiva. No obstante, las estadísticas revelan un crecimiento de la valoración y cuidado del agua con el paso de los años.
Entre San Francisco, Frontera y Josefina se consume un promedio de 230 litros por día por habitante, cifra superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual una persona necesita de 50 a 100 litros diarios de agua para desarrollar sus actividades básicas. Se advierte entonces que el consumo es más del 50 % de lo aconsejado.
Sin embargo, hace 72 años, cuando en 1948 se inauguró el primer acueducto de la ciudad y se habilitó el servicio, la estimación era de 300 litros por vecino.
Los datos brindados por la Administración Municipal de Obras Sanitarias (Amos) a LA VOZ DE SAN JUSTO arrojan una estimación promediada en base al control de 32.000 medidores, ya que hay sectores que tienen un mayor consumo que otros.
Desde la Secretaria de Infraestructura de la municipalidad, su titular, Néstor Gómez, destacó que el agua potable llega a "prácticamente al 100 % de la ciudad; es mínimo el porcentaje de viviendas que no cuentan con el servicio. Ningún loteo se habilita sin esa obra". Y si bien resaltó que el nivel de consumo se mantiene, al mismo tiempo instó al uso racional del recurso.
Se mantiene
El consumo anual de agua potable se mantiene en este conglomerado regional -apenas creció 1,48%- y varía de acuerdo a la época del año. "En los meses de verano, obviamente es más elevado. No obstante, al comparar el consumo año a año, el número es muy parejo desde 2017", dijo Gómez.
En enero se consumieron 980.590 metros cúbicos, el mes con más elevado consumo en lo que va de este año. En enero de 2019 fueron 977.466, marcando también un récord en 2020. En tanto que en 2018 el mayor consumo no se dio en pleno verano sino en marzo, que significó además el pico máximo con 1.004.241 m3 consumidos.
En marzo de 2020 se consumieron 130 mil litros menos que el mismo mes pero de 2018, período de mayor consumo de los dos últimos años.
No se consumió más en la cuarentena
A diferencia de la generación de residuos domiciliarios, que creció un 30 % en San Francisco de acuerdo a información brindada por Ashira, durante la etapa más estricta de la cuarentena por la pandemia de coronavirus, antes de la fase de distanciamiento social, el consumo de agua no aumentó.
Si bien se podría pensar que estar más tiempo en casa implicará más gasto de agua, los números dicen lo contrario.
En los meses de marzo, abril y mayo de 2020, los medidores arrojaron un promedio de consumo de 901.107 m3 de agua por casa, mientras que en el mismo trimestre pero de 2018 y 2019 el consumo promediaba 932.657 m3y 924.029 m3,respectivamente.
Cómo estamos respecto a otras ciudades
La escasez de agua para consumo humano es un problema mundial, especialmente por la desigual distribución y el abuso. En este contexto, las cifras de Amos están por debajo de las que se manejan en la ciudad de Córdoba e incluso, en otros países.
Por ejemplo, el consumo diario de un sanfrancisqueño es menor al de un habitante de la capital provincial, donde se consumen entre 350 y 500 litros por persona por día.
Por otra parte, nos ubicamos por debajo de Estados Unidos - que son los que usan más agua a nivel mundial- contabilizando alrededor de 382 litros por habitante por día; y de Italia, 250 litros; pero por encima de Suecia, 200 litros; Francia, 150 litros; o Israel, 135 litros.
Calidad y control
"San Francisco tiene una calidad de agua que siempre ha mantenido, con una calificación de muy buena. Nuestros vecinos desde siempre toman el agua de la red, no como en otras localidades que la compran envasada. Son contantes los controles por parte de Amos los que se realizan diariamente al agua que está en la red de distribución", indicó el funcionario.
Sobre el proceso, Gómez señaló que "cuando el agua llega desde Villa María del acueducto de la Cooperativa de Trabajo Acueducto Centro. Ltda. (Cotac) a la planta de Amos, se hace una potabilización y después se controla en distintos puntos de la ciudad, se hacen los análisis para ver cómo está llegando el agua. Hay una seguridad desde siempre que el agua de San Francisco tiene una calidad especial. En otras ciudades el agua es muy salada o muy dura (con alto nivel de minerales) y buscan otros sustitutos".
"Esto no solo hace a la calidad de vida a los vecinos sino también a la salud. Para que el servicio siempre sea excelente, pedimos que se haga un uso racional de este líquido que va a escasear con el tiempo", siguió.
Más conciencia
"Creo que los hábitos paulatinamente se fueron cambiando. Si hablamos de 10 años atrás, se veía un consumo irracional, sin conciencia, del agua en lo que hace a baldear veredas, lavar autos, llenar piletas. Hoy vemos que esto no sucede u ocurre menos. Pero no sólo cambió en este punto sino en todo lo que tiene que ver con el cuidado del medio ambiente, a través de los jóvenes que fueron incorporando hábitos y cambiando las costumbres que teníamos nosotros a su edad", valoró Gómez.
El secretario de Infraestructura reconoció que todavía existen "algunos pocos hogares que no tienen agua, aunque la red pase por el sector, como es el caso de barrio La Milka. Algunas familias no pudieron conectarse porque no tienen dinero para la obra. No obstante, en esos casos se trabaja en algún tipo de ayuda social para que puedan acceder".
En qué se derrocha
Todos los usuarios están conectados al mismo sistema (red de distribución), por eso, el derroche de algunos perjudica al resto. Gómez aseguró que "es importante tomar conciencia y utilizar el servicio del agua potable en forma correcta, es decir, tener en cuenta los hábitos cotidianos".
Entre los usos prioritarios que se le da al agua aparecen acciones como beber, elaborar alimentos, limpieza personal y del hogar y uso de sanitarios; en tanto, el agua se usa en forma secundaria para el riego de jardines, lavado de veredas y autos o llenado de piletas.
El funcionario consideró que "el derroche de agua en verano se debe al llenado de piscinas domiciliarias, aunque esto se hace cada vez con menos frecuencia, por ahorro y también por responsabilidad". Un dato: se estima que si se cambia el líquido de una pileta cada dos o tres días, en cada oportunidad se gastan unos 3.000 litros de agua.
También es en esta época el riego de jardines toma más protagonismo. Por ello, la recomendación es no enlagunar el jardín cuando se riega, ya que se derrochan 750 litros de agua potable cada 45 minutos de riego.
Otro de los derroches frecuentes es el que realizan los propietarios de vehículos que los lavan con manguera o hidrolavadora. En esa acción utilizan hasta 750 litros de agua potable. Lo ideal es lavar los autos con baldes y usar 40 litros; la diferencia es notoria.
Por otra parte, las pérdidas, por más ínfimas que sean, generan un derroche significativo. Tal es así que una canilla abierta durante una hora desperdicia 1.000 litros de agua potable; las goteras de canillas o inodoros producen derroches de 46 a 110 litros de agua potable por día, respectivamente.
También gastamos agua cuando "tiramos de la cadena", hasta 10 litros en cada ocasión.
El recurso en la historia
Los años 1948 y 1973 son recordados en San Francisco como los que dotaron a la ciudad, en primer lugar, del servicio de agua potable, y tiempo después de mayor caudal proveniente desde de Villa María.
Pero también quedaron en la memoria de todos porque en el primero asistió a la inauguración el presidente Juan Domingo Perón, en tanto que el segundo fue anunciado para construirse en el '73, pero recién se puso en funcionamiento en 1988.
Simples hábitos para cuidar el agua en casa
- Cerrar la canilla durante el lavado de dientes o enjabonado de platos.
- Tomar duchas cortas en vez de baños de inmersión.
- Poner a lavar con el lavarropas lleno.
- Aplicar dispositivos para reducir el caudal de agua de las canillas.
- Reparar las pérdidas cuanto antes.
- Utilizar balde en lugar de manguera para regar las plantas, limpiar veredas o lavar el auto.