Peluquería 2.0: el desafío de una profesión hecha con amor
Capacitarse constantemente le permitió a Rita Ramonda construir una fructífera carrera.
Como en todos los rubros, la peluquería no está ajena al avance tecnológico. Las redes sociales y la influencia de las mujeres más observadas del mundo se convirtieron en una fuente de información e inspiración para los clientes que asisten a los salones, hoy con mayores exigencias y casi convertidos en expertos que saben lo que quieren.
En el Día del Peluquero, a ese nuevo rol del cliente se refirió Rita Ramonda con 35 años de profesión, sabe complacerlo con técnica, capacitación constante, tecnología y productos de primera calidad con los que trabaja.
Más de tres décadas de trabajo y de vocación compartidos con su hija Marina Sánchez la convierten en una de las más elegidas por hombres y mujeres de San Francisco y la región.
"El desafío de hoy está en mantenerse informada porque el mundo de las redes sociales hace que el cliente se convierta en un experto y sepa lo que quiere para su pelo y sabe de todo, de productos, de técnicas. No se pierde detalle. Para eso requiere que el peluquero trabaje full time, siempre a la vanguardia y actualizado", afirmó Rita.
"La peluquería cambió mucho en los últimos 20 años. Antes se podía dividir a los peinados y a las técnicas en décadas pero después del 2000, los cambios son año tras año. Esos cambios se suceden a pasos agigantados y de manera constante".
Trayectoria y
dedicación
Si hay una frase que describe a Rita, esa es "todo lo que hagas, hazlo con amor" y allí radica la clave para que ella se mantenga entre las profesionales más elegidas de la ciudad y la región. "Nuestro rol en la sociedad es que el aspecto externo se mantenga según lo que el cliente busca, porque ya no solo se trata de satisfacer a terceros sino que se busca agradar a uno mismo y sentirse bien y seguro", cuenta la profesional.
"El peluquero es un amigo, un confidente. Esto es un servicio. Tenemos que darle al cliente una satisfacción y que salga contento del salón", asegura la entrevistada.
Esta forma de pensar es compartida por su hija Marina que creció a pasos agigantados y hoy es una de las 24 socias técnicas de L'Oréal en el país.
"Es orgullo, una tranquilidad y verla trabajar me pone feliz. Como madre no puedo ser objetiva pero estoy segura de que Marina es más capaz que yo", expresa Rita.
"El secreto para que todo resulte es que el cliente escuche a su peluquero preferido y que confíe en él, que está capacitado y lo que hace, lo hace con amor y vocación", concluye.