Murió el niño agredido con un hierro en la cabeza en Las Varillas y su familia dona los órganos
El terrible hecho ocurrió en Las Varillas. El menor, de 12 años, se encontraba internado en gravísimo estado en el Hospital Infantil. El agresor tiene 9 años. Los padres de la víctima habrían decidido donar sus órganos.
Falleció el niño de 12 años con domicilio en Las Varillas se encontraba internado en estado desesperante en el Hospital Infantil de la ciudad de Córdoba luego de ser agredido con un hierro en la cabeza tras discutir con otro menor de 9 años.
El grave suceso había ocurrido a las 15.30 del martes frente a un domicilio de calle Chile en el barrio Mitre de Las Varillas; en el lugar el presunto victimario habría estado provocando a una niña que sería compañera de escuela del menor herido, éste último salió en su defensa. En ese marco, habría comenzado una agresión violenta, ya que entre ambos menores se arrojaron trozos de ladrillos hasta que el de 9 años le arrojó con violencia un trozo de hierro utilizado para la construcción el cual se le clavó a altura de la sien izquierda.
La víctima, identificada como Mario Ibáñez, padecía de un retraso madurativo y concurría a la Escuela Especial "El Amanecer". Cuando ocurrió la agresión el adolescente había salido a vender números de rifa para la escuela.
Ni bien se conoció lo ocurrido, llegó una ambulancia al lugar junto a un móvil policial trasladando al menor con la premura del caso al Hospital Municipal "Dr. Diego Montoya" de Las Varillas y desde allí, debido a la gravedad del caso, se decidió su derivación al nosocomio de Córdoba, donde fue intervenido quirúrgicamente para extraerle el hierro que aún tenía clavado en la cabeza y luego internado en la Unidad de Terapia Intensiva donde dejó de existir.
Donación de órganos
Los padres habrían adoptado la decisión de donar sus órganos por lo que profesionales del Incucai se constituyeron en el Hospital.
Por su parte, el intendente de Las Varillas, Daniel Chiocarello, viajó a la ciudad de Córdoba para ponerse a disposición de la familia de la víctima.
"¡Maté a
Marito! (...) tengo miedo
porque me
van a poner preso"
Las familias de ambos menores residen con pocos metros de diferencia unos de otros, incluso se dijo que entre ambos existe un parentesco pero esto no pudo ser confirmado oficialmente. Ni bien se produjo la agresión, el victimario ingresó a su vivienda y llorando le contó a su madre lo que había ocurrido: "¡Maté a Marito! y ahora tengo miedo porque me van a poner preso" le habría dicho el niño con lágrimas en los ojos a su mamá.