Los niños ancestrales de Purpulem llegaron al ferrocarril
El muralista eligió las paredes del Belgrano donde está el merendero “Compartiendo Sueños” para plasmar su identidad como forma de contraprestación por dos becas nacionales para artistas que recibió.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Hace un tiempo desde la Nación se otorgaron una serie de becas para colaborar con los artistas de nuestro país que sobre todo en el último año vieron reducidas sus oportunidades de trabajo. Uno de esos beneficiarios fue Purpulem que ahora devuelve como contraprestación a esa chance sus trabajos para la comunidad.
Serán dos murales los que pinte en honor a las becas Cultura Solidaria y Sostener Cultura que le fueron otorgadas por el Estado a través del Fondo Nacional de las Artes junto con el Ministerio de Cultura de la Nación y ANSES.
Uno de ellos ya cobró vida propia y se puede ver su avance en el galpón del ferrocarril Belgrano sobre Av. 9 de Septiembre, el lugar del otro aun es un misterio, pero en este caso la elección no es casual dado que Lucas eligió pintar en algún merendero de la ciudad y allí precisamente funciona el de "Compartiendo Sueños".
La contraprestación que alienta a realizar el Estado para los becarios no es de cumplimiento obligatorio, pero Purpulem lo vio como una oportunidad más "para hacer algo", de hecho, cualquiera de sus trabajos urbanos le habría servido para justificarlo y no eligió ese camino.
"Ellos te piden una contribución expresando un trabajo sobre tu arte o disciplina, algo que no es obligatorio, pero yo lo veo como una excusa para hacer cosas", contó mientras momentáneamente le daba la espalda a la pared del galpón del ferrocarril.
Lucas dijo sobre la oportunidad de ser becado: "Esto está buenísimo, hay alguien que piensa en los artistas. Yo nunca me sentí reconocido como laburante del arte y la cultura"
Merendero elegido
En ese galpón funciona puertas adentro el merendero "Compartiendo Sueños" que verá embellecido el espacio donde concurren muchos niños y niñas para recibir alimentos, pero también aprender y ser contenidos
"Hablé con el municipio para que me entregaran la pintura y le pedí información sobre los merenderos de la ciudad, desde la Secretaría de Cultura me dijeron de este y acá estamos", dijo Purpulem.
Lucas que se define como "un militante por el arte en la ciudad" ve con mucho optimismo este mural porque le genera sensaciones nuevas también. Nadie dudaría de sus aptitudes como artista, no obstante, él nunca había sentido que tuviera ese reconocimiento explícito.
Este compromiso asumido en honor a esas becas despertó un sentimiento muy profundo porque de repente dijo mirando el mural: "Esto está buenísimo, hay alguien que piensa en los artistas. Yo nunca me sentí reconocido como laburante del arte y la cultura".
Purpulem lleva unos 10 años haciendo murales de este tipo que convierten al arte en algo popular
Ideas filosóficas
Alrededor de él se podían ver los tarros de pintura y en el fondo parte del despliegue del dibujo que comenzó a realizar en la mañana del viernes y que finalizará el domingo. Hace pocas horas que empezó, pero su sed de artista lo lleva a trabajar rápido.
El mural encierra una idea, pero Lucas no la pensó previamente, sino que llegó al lugar y dio forma a esa multitud de impulsos neuronales que cobijan recuerdos que expresa.
La inspiración en este caso llegó de una charla cuasi filosófica acerca del significado y existencia de los principios ¿Hay algunos que sean generales o cada uno los construye? Para este artista algo de generalidad debe haber.
"Siempre con mi lenguaje apunto a hablar y conocer esos principios, pensé en los niños ancestrales del principio y la pobreza también", comentó.
Esto podría decirse fue un puntapié para pensar en su mural, pero no tiene ningún boceto y casi nunca los plantea en este tipo de intervenciones fiel a su estilo. "Me gusta pararme así sabiendo lo que van a decir o hacer. Creo que siempre pinto sobre lo que pasa dentro de este tipo de espacios (por los merenderos)", señaló.
Un movimiento cada vez más grande
Como todos, Purpulem es un artista con ideas propias y una percepción particular de las cosas. En este mundo donde todo pretende ser perfecto él elige plasmar lo contrario sin que eso signifique ser antisistema. No ser perfecto no significa que sea feo, sino auténtico.
Hace unos 10 u 11 años que se dedica intensivamente a las intervenciones públicas y aunque parezca extraño en ese momento en San Francisco no había tantos murales como ahora y culturalmente muchos lo reprobaban.
Si se piensa en eso el arte estaba, podría decirse, encerrado y limitado al círculo de élite, a los trabajos exhibidos en lienzos y caballetes en algún espacio cultural, pero en las calles había poco y nada.
Entonces apareció la magia de Lucas y artistas posteriores que comenzaron a llevar el carnaval a las calles y popularizar historias más o menos abstractas que las personas de a pie admiran.
Acerca de estas transformaciones reflexionó: "Ahora está re de moda lo lindo, todo es Pinterest, todo es perfecto y armónico, pero el arte es mucho más que hacer cosas lindas".
Hoy él puede ver hacia atrás y notar la transformación de nuestra ciudad y su heterogeneidad. "Cuando empecé te consideraban un vago, sin embargo, yo siempre me sentí exitoso en todo lo que hago. En ese momento no había arte en la ciudad, en la calle para la gente, ahora es una alegría ver que hay tanta gente pintando. Yo milité por el arte no solo para hacerlo sino también para que se valore el trabajo", concluyó.
Esa militancia dio sus frutos para la ciudad y para él, primero porque San Francisco tiene murales que interpelan en cada vez más rincones y, segundo porque se multiplicó su éxito y reconocimiento artístico.