“Con estas nuevas corrientes o pañuelos trato de no fanatizarme”
La periodista oriunda de nuestra ciudad habló de su ascendente carrera y la popularidad que se ganó en la televisión y la radio de Córdoba. En una charla distendida, la comunicadora habló de todo, hasta de feminismo. "Lo de 'machirulo' no me va
Mariana Asan es una de las periodistas jóvenes con más proyección profesional dentro de los medios de Córdoba.
Desde hace siete años, Marianita, como le dicen, acompaña al Lagarto Guizzardi en el Show de la Mañana, el programa de El Doce en el que participa como panelista. Además, la sanfrancisqueña tiene su propio programa de radio, "Una vuelta más" en Loca Suelta 94.7 FM.
Con 30 años, enamorada de su novio Matías, la joven se desenvuelve tan naturalmente frente al público o entrevistando como cuando es entrevistada.
Sin dudas, la explosión de su carrera llegó de la mano de la televisión, pero el fenómeno de las redes sociales sumó a su popularidad. Asegura que tener 18 mil seguidores en Instagram no la convierten en una influencer y apuesta a ser auténtica y responsable en sus posteos.
El debate por la despenalización del aborto no quedaron afuera de la entrevista y sobre ello, la comunicadora aseguró: "No me embandero atrás del pañuelo verde ni atrás del celeste, porque eso genera amor y odio, y no es lo que busco".
"No me va el fanatismo empedernido de ver al hombre como un enemigo. Lo de 'machirulo' no me va", dijo respecto a la marea feminista.
- Entre la televisión y la radio. ¿Elegirías a alguno de los dos?
En la tele hace siete años que estoy y en la radio, tres. Me gusta complementar ambos medios porque en los dos me siento cómoda. Los dos tienen su magia. El desafío de hoy son las redes sociales, es decir, poder hacer un poco de todo. Creo que no serviría para estar siempre en un mismo lugar, como seis o siete horas en una redacción de un diario o una revista. No me imagino trabajando allí. Me gusta ir y venir, hacer una vida dinámica.
- ¡En tu Instagram tenés más de 18 mil seguidores!
Sí, y es muy fuerte para Córdoba. Con las redes me pasa algo raro. Facebook me cansó, me aburrió y lo uso para cuestiones personales, con la familia y con los amigos. Twitter es para mí una plataforma de noticias, por eso lo uso poco y solo publico cuando creo que algo es noticioso. Creo que en Instagram fui construyendo un perfil con el que me siento muy identificada, lo manejo yo a mi gusto y muestro lo que visto en el programa de la tele, lo que hago, mi conejo Carmelo que es un fenómeno (la mascota de Mariana que tiene 6 años y es furor en la red) y cosas naif.
- ¿Te considerás una influencer?
Eso es muy nuevo y no creo serlo. Alguien influencer tiene otro nivel de alcance. Sé que desde mi lugar puedo trasmitir mensajes y valores que pueden sumar. Desde ese lugar, tomo estar en las redes con mucha responsabilidad. El constante crecimiento de número de seguidores en Instagram lo tomo como algo natural.
- Así como está lo bueno, también está lo malo en las redes
Existen los famosos "haters". Gracias a Dios, recibo más muestras de cariño que mala onda. Me pasó de recibir mensajes por privado en Instagram con comentarios por lo que dije en algún programa pero me pasó pocas veces. Por lo general, la gente me tira buena onda. Yo tampoco subo contenido que sea polémico, que vaya al choque, como por ejemplo sobre la despenalización del aborto. Al respecto, tengo una opinión y elegí no compartirla abiertamente en las redes porque no tenía ganas de que me "bardeen". No me embandero atrás del pañuelo verde ni atrás del celeste, porque eso genera amor y odio, y no es lo que busco.
- ¿Querés compartir con nuestros lectores cuál es esa postura sobre el aborto?
Antes de que se generase el debate, tenía una postura conservadora, pero tal vez era un tanto ignorante y empecé a escuchar otras opiniones. Yo no abortaría porque si quedara embarazada podría llevar adelante la maternidad con responsabilidad, educación y otros recursos. Sí creo que hay vida desde el día 1 pero entiendo, escuchando a quienes están a favor, que el prohibir el aborto está ligado a cuestiones religiosas o culturales y que no soluciona el problema. Igual prefiero que exista más educación sexual integral, prevención y anticoncepción.
- Y sobre la ola feminista, ¿qué opinás?
Con estas nuevas corrientes o "pañuelos" trato de no fanatizarme ni para un lado, ni para el otro. Me pone muy feliz como mujer que a nivel mundial haya un cambio enorme; me alegra que en los países musulmanes las mujeres puedan conducir, por ejemplo. Desde los derechos básicos ganados hasta los más grosos, me parece fantástico que las mujeres luchemos por ellos y busquemos la igualdad de género pero no me va el fanatismo empedernido de ver al hombre como un enemigo. Lo de "machirulo" no me va. Lo bueno es ser lo más iguales posible y ser feminista no tiene que ser denigrar la imagen o los derechos de los hombres.
- Tenés una figura envidiable y una belleza angelical, sin embargo, fue una personalidad genuina la que le tocó el corazón a la audiencia...
Hoy se asocia el súper cuerpo y el ser deseable con el éxito. Todo depende de dónde uno quiera llegar y qué quiere para su vida. A mí nunca me hizo falta salir en tanga o mostrarme desnuda para provocar efecto. Por suerte, lo que me enseñaron en mi casa y la experiencia laboral así como los valores que tengo, me llevaron a donde estoy hoy. Además, un cuerpo bonito al final termina esfumándose. Prefiero tener un trabajo más allá de una cara o un cuerpo bonito.
Entre la "Docta" y San Francisco
- ¿Cómo es un día en tu vida?
No sé si tengo una vida complicada, pero estoy todo el día "al palo". Arranco temprano, a las 7 de la mañana. Me preparo, desayuno, veo Arriba Córdoba y a las 8.15 ya estoy en Canal Doce. En mi viaje en auto desde mi casa hasta el canal tengo unos 20 minutos y ahí me pongo al día con las noticias mientras escucho la radio.
A las 9 comienza el show de la Mañana, hasta las 12. Almuerzo y ahí hago mis actividades personales. A las 15.30 me voy a la radio que está en el subsuelo del Nuevocentro Shopping a hacer mi programa (Una Vuelta Más, en Loca Suelta 94.7 FM) y cuando termino, a las 19, me voy a casa y por lo general me quedo ahí.
- ¿Te gustaría ir a probar suerte a Buenos Aires?
Cuando empecé a estudiar periodismo tenía presente esa utopía de irme a la ciudad de Buenos Aires o al exterior con una beca a trabajar a la cadena CNN en Atlanta (Estados Unidos), pero me aboqué a meterme en los medios de Córdoba. Me tira esto de ser oriunda de una ciudad chica como San Francisco, porque valoro algunas cuestiones como tener cerca a mi familia, las sierras y el río; o poder conducir 20 minutos hasta el trabajo. La ciudad de Córdoba tiene el equilibrio justo entre la oferta cultural y gastronómica y la importancia de los medios en los que trabajo. Córdoba es como el híbrido entre la gran ciudad y San Francisco.
- De la periodista fashion a la chica de su casa...
Lo de la chica fashion es solo para la televisión. Después vuelvo a los jeans y a las zapatillas. A la radio voy vestida muy tranquila, cero diva. En mi casa hago las tareas del hogar; me gusta estar mucho con mi conejo Carmelo y si salgo, voy al supermercado o a tenis.
- ¿Estás enamorada?
A full de Matías. Hace tres años y medio que estamos de novio y convivimos desde hace un año.
- ¿Visitás con frecuencia San Francisco?
Siempre vuelvo a la ciudad, por lo menos cada 15 días. Soy muy familiera y por la enfermedad de mi mamá (María Beatriz Giletta, falleció a los 57 años tras una larga lucha contra la depresión), la acompañábamos cada fin de semana. Hoy ya no la tengo más a ella y lejos de alejarme, me aferré más a todos los que están allá. Eso me hace bien y es sanador.
- ¿Cuánto de tu mamá hay en Mariana, la mujer que hoy?
A mi mamá le debo muchas cosas pero si tengo que resumirlo, sería su dulzura, su delicadeza, su dedicación por hacer siempre las cosas bien y desde el corazón, humanamente. Me enseñó a ser una buena persona, a dar lo mejor de mí en todos los ámbitos. Mi mamá era sumamente profesional y era querida por todos porque era buena gente. No le llego ni a los talones a su belleza exterior e interior. Mucho aprendí de ella pero me quedan grandes los zapatos de mi mamá.